Rústico y encantador, este hotel está ubicado en el pueblo de Isla, Cantabria, a tan solo unos pasos de la playa de Quejo. La chimenea de ladrillo del salón, el mobiliario tradicional y las vigas de madera del techo proporcionan una imagen única y singular, creando una atmósfera de relajación y bienestar. Aunque las habitaciones están decoradas de manera sencilla, todas gozan de buena iluminación y ofrecen servicios actuales como acceso wi-fi gratuito y televisión de pantalla plana. Los clientes agradecerán contar con una zona de juegos para niños, parking gratuito y una terraza amueblada en la que poder tomar bebidas y aperitivos. Tampoco deben perderse la oportunidad de ver los deportes en la pantalla de plasma del bar. Hay un campo de golf y un gimnasio a tan solo 4 kilómetros, mientras que la ciudad de Santander está a tan solo 40 minutos.
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